El Barcelona ganó 5-2 en la visita del Betis al Camp Nou y, con el once inicial, Koeman planteó por primera vez el debate sobre qué Barça veremos cuando no juegue Leo Messi. Nada más lejos de la realidad, el entrenador holandés intentó que el equipo mutara lo menos posible, cosa que logró con éxito. La doble mediapunta Ante la ausencia de Messi en el plano de ataque, Ronald Koeman colocó a Griezmann de enganche —su posición ideal— por primera vez esta temporada. Evidentemente, la jugada le salió a la perfección. El francés, junto a un Pedri situado de falso extremo izquierdo que se movía entre líneas, cuajó una primera mitad de escándalo. Aunque cargó con el lastre de las cuatro ocasiones falladas, Antoine Griezmann se movió muy bien por dentro y fue el referente ofensivo del equipo en el primer tiempo. Además, la cercanía de Pedri y la movilidad de Ansu Fati como delantero centro ayudaron a que los tres se entendieran con mucha facilidad. Ofensivamente, el Barça sin Leo Messi fluyó estupendamente. La mala ocupación de espacios defensivos Esta vez sin la excusa de que el argentino no defiende, el Barça volvió a decepcionar sin balón. No tanto por la mala presión sino por el descontrol de las marcas rivales. El Real Betis atacó la banda derecha del conjunto catalán como si fuera un peluche roto. Martilleó a Sergi Roberto y a Dembélé e hizo muchísima sangre por ahí. De hecho, los dos goles béticos vienen de raíz por esa banda y acaban en la línea de fondo al lado de la portería de Ter Stegen. La jerarquía messiánica Habiéndose complicado el encuentro con el 1-1 antes del descanso, Koeman dio entrada al astro argentino en la reanudación. Como un día más en la oficina, el mejor jugador del mundo fue el que necesitó menos para hacer más. Dos goles, la genialidad para el gol de Griezmann que no cuenta como asistencia —pero como si lo fuera— y dos pases clave más. Messi, aun siendo el peor Messi de los últimos diez años, condiciona por completo cualquier partido. Y, si ya en la primera mitad sin Leo el Barça fluyó estupendamente en ataque, en el segundo acto los azulgranas culminaron una actuación sobresaliente.