Una vez más en estos tiempos de fuertes sacudones dentro del culé, Koeman plantea una sorpresa que es mucho más que una sorpresa: una cachetada a la formadora de talentos por antonomasia: La Masía.

Mucho se especulaba qué con la llegada de este técnico, todas esas promesas que vienen asomando en los últimos tiempos, tendrían su oportunidad para darle el toque de frescura que la plantilla necesita imperiosamente.

Dentro de ese grupo  Ansu Fati y Riqui Puig eran números puestos para la próxima temporada de Liga. Pero…el llamado “héroe de Wembley” da un golpe de timón y varios de aquellos jóvenes deberán buscarse club para continuar sus carreras profesionales.

Ahora bien, ¿Riqui no tendrá lugar en el blaugrana? ¿de qué hablamos? Talento, movilidad, hábil, buen remate de media distancia, se lo vio hasta tirar paredes con Messi. ¿Se puede dejar ir a quien donde vaya descollará en esta profesión? Desde esta columna desconfío mucho de este “ciclo Koeman”. En definitiva: ¿esta será la manera de potenciar a La Masía?

Lo vengo sosteniendo de manera constante, la parcialidad lo endiosa a Ronald, en base a los recuerdos y capacidad que surgen como jugador. No es lo mismo estar en la banca, máxime en momentos en los cuales quien desarrolle esa actividad, deberá tener cintura, tacto, profesionalidad.

Mucho se invierte en la preparación de futuros jugadores, y no solo inversión desde lo monetario: deseos, esperanzas, ilusiones: no se trabaja con rocas, son seres humanos que apuestan a tener futuro dentro de este deporte, y la institución: mantener el sello que a través de los años le diera prestigio: modelo de formación futbolística.

El tiempo dirá quienes son aquellos que realmente poseen cualidades, y quienes no. Manosear el talento de jugadores que venían descollando, es un fuerte agravio inclusive, a sus formadores.

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