El Barcelona sigue poniéndose a punto, más que hablar de resultados en este tipo de partidos/entrenamientos, se debe hablar de funcionamiento en la que se planteó en el campo de juego. Ya quedó atrás el Nastic de Tarragona, con un 3/1 favorable, como suele decirse tantas veces, “sin despeinarse” el Barca de Koeman. En definitiva, rendimiento aceptable.

Pero también debe recordarse algo puntual e importante a estas alturas. La parcialidad culé, recuerda y rescata al Koeman jugador – exitoso, con un gran desempeño en los años vistiendo la blaugrana – un verdadero estandarte del club catalán. Hoy las cosas son distintas: el holandés viste una equiparación que lo identifica como “mister”, Director Técnico y/o como se lo desee definir.

Estará en la banca, y sobre sus espaldas recaerá la responsabilidad inherente a su cargo. Rápidamente se deberá olvidar todos los aconteceres vividos hasta hace muy pocos días. Messi seguirá siendo el capitán de la plantilla, no estará su referente predilecto – Luis Suárez – y la vida dentro de este grupo de futbolistas, deberá acercarse a parámetros de situación normal.

Griezmann, Dembélé, Pedri, Coutinho serán quienes de ahora en más asumirán junto a Lío la responsabilidad de llegar a las porterías rivales, aportando goles y buen juego. En ese mundo blaugrana, Ronald será eje vital en el funcionamiento colectivo. Sabemos que se trata de una personalidad fuerte, intensa, que exige y no deja de exigir. ¿De ahora en más? ¿Cuál será la respuesta de los jugadores y como logrará integrarse su manera de trabajar dentro de esta plantilla?

Messi cedió dos penales a sus compañeros, Griezmann/Dembélé asumen su hora: deberán rendir de acuerdo a las expectativas originadas (por ellos mismos), Pedri con buen desempeño, se intuye que puede ser un socio de importancia para este presente de Messi.

La zona de creación integrará a Pjanic. Incógnita de cómo se acoplará a este Barcelona que busca reaccionar, después de un tremendo knockaut a manos del Bayern. Se dice que el fútbol siempre da revancha, eso sí: aprovecharla es prioritario, máxime en instituciones como el Barcelona.

A la espera del debut oficial y también de algún refuerzo que pueda insuflar oxígeno a este momento culé, la historia es inexorable: debe continuar.